jueves, 31 de mayo de 2012



La ecografía confirmó todo. Al principio tenía mucho miedo de lo que podía ver u oir; honestamente, el riesgo de que algo estuviera mal era lo que más me preocupaba.
La enfermera mencionó mi nombre, me puse de pie y caminé hasta estar frente a ella. Me sonrió y me hizo pasar al box en donde haríamos el procedimiento. Encendieron la pantalla y esperé.
Al principio la imagen no era muy nítida, pero yo te vi de inmediato. Estabas ahí, en una pequeña bolsita que te protege, en posición de estar durmiendo plácidamente.
En ese momento entendí cuando dicen que “el mundo se detuvo” -si, perdón, sé que piensas que es cliché, pero es la única frase que realmente lo transmite-.
Estaba todo bien, y eso es lo único que importa.

viernes, 25 de mayo de 2012

hoy viajaremos en tren, para que tus abuelos sepan de tu existencia
pase lo que pase, yo me comprometo a estar aquí

domingo, 20 de mayo de 2012


Dicen que llorar mucho no te hace bien.
Pero no puedo evitarlo.
Perdón.

domingo, 13 de mayo de 2012



Fueron dos semanas de unas fuertes puntadas en la boca del estómago. Después vinieron los escalosfrios, los vómitos. El miedo, la bilis, la piel pálida y el no poder dormir...
Busqué los síntomas en Google y tenía desde un principio de gastritis hasta una bacteria exótica de paises que ya no existen.
Una mañana, mientras me miraba en el espejo, me encontré con esa idea. Sentí frio en el estómago y los vomitos comenzaron de nuevo.
A mediodía le planteé la idea a R. y fuimos a una farmacia. Me encerré en el baño y conté hasta 10...
Dos rayitas rosadas se dibujaron con fuerza.
Por un momento, deje de respirar.